lunes, 17 de noviembre de 2008

¿Empínate de qué?

¿A qué madre en su sano juicio se le ocurre decir al hijo que le queda vivo: “¡Empínate! (y vete a morir)?”. Mariana Grajales, o nunca hizo tan poco afortunada afirmación o se trata de otra construcción (numantina) que alimenta el imaginario nacional y que sólo beneficia al Poder. A cualquier Poder...

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Gracias a todos los que asistieron a la presentación del libro “Siete Jornadas en Miami”. Fue una noche memorable.

6 comentarios:

Rosa dijo...

Si que me pareció siempre atroz esa reacción en una madre, pero hay que tener en cuenta que no todas reaccionamos igual, aunque no sea algo que me parezca digno de imitar creo que es posible que fuera cierto, no han sido nunca las fanáticas de una causa madres precisamente ejemplares.

Felicidades por el éxito del libro! Un saludo,

Rosa

Anónimo dijo...

Ciertamente, mandar al hijo a morir, a matar...estamos jodidos los cubanos.

RI

Puchungurria dijo...

Esa accion de Mariana G la admire cuando era nina porque asi de esa forma era el enfoque que le daban en la escuela. Ahora que soy madre no me la explico y se me hace que si fue cierto, la senora estaba loca de remate.

william Rios dijo...

...mi madre me dijO " MIRA VER SI TE HACES EL LOCO POR QUE PARA ANGOLA NO VAS "

Anónimo dijo...

Eso explica por qué Cuba tiene una una dictadura que va por 50 años y pronostica extenderse, porque se acabaron las Grajales, porque se perdieron los ideales y el sentido patriótico... porque las madres de ahora, muchas, auqnue no todas, prefierieron decirle a sus hijos: "y tú, empínate y hazte jinetera o pinguero", o la otra frase: "y tú, empínate y vete pa la yuma". Así las cosas... Port cierto, no se confunda la guerra de Angola con la guerra de independencia cubana... Qué barbaridad!

Anónimo dijo...

Pero que quieres decir, amiga mia, que hay que mandar a los hijos a morir?
La frase, no se si apocofrica o no, de Mariana Grajales, le ha servido al Poder, para mandar a morir a sus hijos, en Angola, o en cualquier lugar, incluyendo hacerse "pinguero" y templarse al imperialismo (por detras), o a las nignas, prostitutas educadas, pero "revolucionarias".
Los "ideales" hace tiempo se extinguieron. Nadie quiere "poner el primer muerto", incluyendome a mi, que te escribo de la otra orilla.