jueves, 29 de enero de 2009

En el natalicio

Nunca me he sentido muy martiana, a pesar de que no pertenezco a la generación que lo asocia al susodicho. No importa ahora de donde salen las razones. Le voy a hacer un homenaje, por recordarlo. El análisis del poema se lo debo a los críticos. Las estrofas que me parecen. Aquí va, en su cumpleaños.

Magdalena era pálida, y lloraba
Con dos ojos tan negros y tan bellos,
Que el antro su cabello envidia daba,
Y mas negros los vi que sus cabellos.

(Esta es la presentación)

Luz de amores al alma le faltaba,
Pan de cuerpo su boca no tenia;
Y en los valles el lirio sollozaba,
Y el nelumbio en lo lagos se moría.

(Esta la puse porque no sabía lo que era “nelumbio”)

¡Cuántas almas infames y manchadas
En no tocados cuerpos cristalinos!
¡Cuantas almas de virgen perfumadas
En cuerpos comerciados y mezquinos!

(Esto explica de lo que se trata)

Con pan, pero sin luz, el nuevo día
En el jardín de sus primicias llora.
¡Y como tanto Aurora la quería,
En el océano aquel lloró la aurora!

(Y esta resulta la ambigüedad)

¡Otro brazo ha estrechado su cintura!
¡Otro labio ha besado aquella boca!
¡Cuando yo la besé, no estaba pura!
¡Cuando yo la bese, ya estaba loca!

(Esta simplemente me gusta)

Al noble corazón animan flores;
La nieve paternal de luces llena
Una mujer con púdicos amores;
¿Es buena, es mala, es pura, Magdalena?

(¿Tienen que ser las mujeres “buenas, malas o puras?

2 comentarios:

Yo soy Medea dijo...

jajaja! buenas, malas y putas... asi es como mas gustamos...

Anónimo dijo...

Alabao, Medea! Jose Julian dijo puras, no putas...