(Primera Parte)
Cuando el director respondió a una pregunta del público, diciendo que habían ensayado tres veces, algunos casi se caen del asiento. Tengo algunas referencias de primera mano que informan acaso dos y un poco mas. Sin embargo, los que asistieron a Teatro en Miami Estudio el jueves, asistieron a un banquete. Chamaco, (la pieza que ha lanzado a su autor, Abel González Melo, chamaco el mismo, a las tablas internacionales); se leyó, con dramatización, movimientos escénicos, vestuario incipiente, y un respeto por el teatro y por todos nosotros, que merece un respiro. Quizás lo que merece es un respeto.
Asistimos al regreso del director y dramaturgo del patio, Alberto Sarraín, quien ha dirigido algo más de 40 piezas en su vida, pero que durante los últimos siete años, vivió haciendo teatro entre la madre patria, (o el padre patrio), y la isla infinita, (esa no tiene otro nombre), convencido de que nació para hacer teatro y se va a morir en las mismas. Sarraín ha regresado a “labanaquemesdada”, a “donde nunca pasa nada”, donde el mal gusto hace ola, donde un curita enamorado explica su liviandad acudiendo a resortes cantinflescos (fueron los espías de Castro), donde, definitivamente y para volver al grano, cuesta mucho hacer “teatro serio”.
De Chamaco, el texto, hablaré después. Ahora se impone hablar de los hacedores: lectores, director, sonidista, luces, vestuario y todo eso. Se reunieron en escena actores de tres generaciones al menos, con diferente formación profesional (y oleadas de exilio), para leer la obrita que dio que pensar en Londres, La Habana y Estambul. Solo con stakeholders, (los hacedores) de ese calibre se puede hacer una lectura tan municipal, (porque todos debieron verla) y tan espesa (porque hubieran perdido el sueño, enmarañados en esa bruma densa que es la vida, sobretodo la vida urbana): Natasha y Mayito se unieron a Jorge Hernandez, y luego a Leandro, Alain, Ali, Lian y Adrian, los más jóvenes. Unidos por el “concepto” de Alberto Sarraín. Ni siquiera pienso que esto era “teatro de actores”, (como decir un monólogo), sino que esta vez los saltimbanquis de verdadera vocación y talento, se juntaron para hacer teatro.
En horabuena!
Y Bienvenido, Alberto!
Stakeholders,
(por orden de aparición):
Natasha Amador, Leandro Peraza, Alain Casalla, Adrian Mas, Lian Cenzano, Jorge Hernandez, Ali Sanchez, Mario Salas-Lanz, y los otros: Daniel Correa, Alberto Sarrain y el propio Abel que anduvo supervisando luces y sonidos, con la asistencia de TEM Estudio).
Natasha Amador, Leandro Peraza, Alain Casalla, Adrian Mas, Lian Cenzano, Jorge Hernandez, Ali Sanchez, Mario Salas-Lanz, y los otros: Daniel Correa, Alberto Sarrain y el propio Abel que anduvo supervisando luces y sonidos, con la asistencia de TEM Estudio).
1 comentario:
Carmen querida, muchas gracias por tus hermosos comentarios. Ya los mandé a todos los amigos cubanos y madrileños. Besitos. AGM.
Publicar un comentario