sábado, 31 de enero de 2009

Enema-me


Teatro en Miami Studio comenzó su temporada del 2009 con el estreno de Enema, con las actuaciones de Ariel Texidó, Anniamary Martínez, Lis Nicot, Leandro Peraza, Marcia Stadler, Ivette Kellems, Carlos Bueno, Nirma Necuze y Christian Ocón. Los actores de TMS van cobrando madurez y las adquisiciones temporales realzan el elenco. El programa de mano reseña en la dirección, texto, música, escenografía, vestuario, luces, diseño gráfico, pintura de fondo, y aun como parte de la traducción (de los subtítulos proyectados en pantalla) y la producción a Ernesto Garcia. La actriz Sandra García, -fundadora del grupo junto a Ernesto, primerísima en las tablas y en ese arte de formar actores y trabajar como las hormigas-, aparece como costurera y coproductora.

La obra es una farsa que podría haber sido escrita hace 300 años, en verso como debe ser, de texto pulido y complejo. El conflicto se da entre el Poder, -sobre todo el falocentrico- y la libertad, -sobre todo la de amar y crear. El lenguaje bien pensado limita lo profano y la irreverencia anda suelta. El Padre Antonio se quedaría patitieso al comprobar que tres siglos después seguimos en las mismas, aunque se usan herramientas mas refinadas para la trepanación. Por cierto que las usadas en la obra me recordaron las usadas por la inquisición, que disfruté en abundancia en la fortaleza de Hohensalzburg, en una colina al pie de la ciudad de Mozart. Como la mayor parte de los seres humanos prefiere lidiar con objetos concretos, resulta cómodo entender la finísima crueldad de esos instrumentos, no así la acción corrosiva, ubiqua, “pervasive”, de otros Poderes contemporáneos. Y aquí conviene llamar la atención al uso de los símbolos, faena en la cual Ernesto García es maestro, de puesta y de texto.

El vestuario es elaborado, vistoso y (me consta), creado con más ingeniosidad que recursos. El ritmo, quizás demasiado rápido, por momentos aturde. Sobre todo al que intenta no perder un bocadillo sustancioso.

No me cabe duda que el autor de esta obra es un hombre iluminado, “todólogo” del Siglo XVIII o quizás del Renacimiento, reencarnado inmigrante que busca libertades humanas, empeñado en hacer valer el arte como forma de esas búsquedas. Me pregunto si la incorporación de otras voces, de otras miradas teatreras, (la sala estaba repleta de ellas), enriquecerían el futuro de este quehacer, en estos años del siglo XXI, donde sabemos tan poco sobre casi todo y casi todo sobre los peligros de no cotejar lo que uno cree con lo que creen los demás. Y entonces me respondo que habría que encontrar esas miradas entre otros que amen el teatro, (que “no está muerto” como dice Ernesto García), entre otros que lo amen “por amor al arte”.

jueves, 29 de enero de 2009

En el natalicio

Nunca me he sentido muy martiana, a pesar de que no pertenezco a la generación que lo asocia al susodicho. No importa ahora de donde salen las razones. Le voy a hacer un homenaje, por recordarlo. El análisis del poema se lo debo a los críticos. Las estrofas que me parecen. Aquí va, en su cumpleaños.

Magdalena era pálida, y lloraba
Con dos ojos tan negros y tan bellos,
Que el antro su cabello envidia daba,
Y mas negros los vi que sus cabellos.

(Esta es la presentación)

Luz de amores al alma le faltaba,
Pan de cuerpo su boca no tenia;
Y en los valles el lirio sollozaba,
Y el nelumbio en lo lagos se moría.

(Esta la puse porque no sabía lo que era “nelumbio”)

¡Cuántas almas infames y manchadas
En no tocados cuerpos cristalinos!
¡Cuantas almas de virgen perfumadas
En cuerpos comerciados y mezquinos!

(Esto explica de lo que se trata)

Con pan, pero sin luz, el nuevo día
En el jardín de sus primicias llora.
¡Y como tanto Aurora la quería,
En el océano aquel lloró la aurora!

(Y esta resulta la ambigüedad)

¡Otro brazo ha estrechado su cintura!
¡Otro labio ha besado aquella boca!
¡Cuando yo la besé, no estaba pura!
¡Cuando yo la bese, ya estaba loca!

(Esta simplemente me gusta)

Al noble corazón animan flores;
La nieve paternal de luces llena
Una mujer con púdicos amores;
¿Es buena, es mala, es pura, Magdalena?

(¿Tienen que ser las mujeres “buenas, malas o puras?

martes, 20 de enero de 2009


Hoy es un día de gloria para la nación americana.

¡Felicitémonos todos!

domingo, 18 de enero de 2009

Elena Mederos, caricatura de David, aparecida en la revista Bohemia, sobre los participantes del Dialogo Civico, marzo de 1956

Hablemos de Elena Mederos

La mujer que se ha dado a llamar “la cubana mas destacada del siglo XX”, borrada de la historia oficial por necesidades del Poder. Lo que más impresiona de su biografía, además del currículum espectacular y una vida de dedicación al servicio publico y la justicia social, es descubrir que los primeros cincuenta años del siglo en la Isla Infinita fueron de una enorme pujanza en el desarrollo de la sociedad civil, prometedores como un niño que crece, aprende a caminar, se cae, se recompone y sigue en su camino para la adultez…Pero a este niño le partieron las piernas en algún momento de su infancia. Y no aparece la ciencia que lo vuelva a echar a andar.

El sufragio.

Hace unos días, el 13 de enero, fue el aniversario del nacimiento de Elena Mederos, cubana nacida con el siglo, y fallecida en Washington en 1982. Temprano en los años 20’s comenzó Elena a luchar por los derechos civiles, en este caso por el derecho al sufragio para la mujer. (Con una enorme capacidad de organización, ayudo a la creación de partidos, congresos, conferencias. En 1953, fue declarada Decana de la Comisión Interamericana de Mujeres, después de 25 años de contribución a esta entidad de la OEA). Ella organizó la Primera Conferencia de la CIM en La Habana, en 1930 con la participación de Panamá, Chile, México, Estados Unidos y muchos otros. Como delegada de Cuba, Elena habló en la sesión celebrada en el Aula Magna de la Universidad de La Habana. Pero los esfuerzos sufragistas fueron burlados por Machado. El movimiento feminista buscaba el voto para participar de manera civilizada en el proceso electoral, pero las violaciones constitucionales del gobierno, las lanzó claramente a la oposición. En unos años de enorme convulsión social, que merecen estudiarse profundamente, se obtuvo el sufragio, primero aprobado por el presidente Grau, después ratificado por otro presidente provisional, Mendieta y así, hasta su inserción constitucional por la Asamblea Constituyente en 1940.

El Lyceum

Parece que Elena Mederos se unió al Lyceum en 1931. Éste se había fundado dos años antes a partir de una idea que Renee Méndez Capote, (otra cubanita nacida con el siglo), había traído de España. Originalmente para encauzar los ánimos filantrópicos y la superación cultural y artística de las mujeres cubanas, aupado esencialmente con las donaciones privadas de las propias familias de las catorce fundadoras. Elena dedicó 30 años al servicio de esta institución, que también vale la pena estudiar. Aunque muchos dedicaron su empeño, parece que ella fue el alma. ONG, mecanismo sin fines de lucro, funcionando en gran medida a partir del trabajo voluntario de personas que apostaron por el desarrollo de la cultura, la educación y la ayuda a las capas mas frágiles de la sociedad, creando mecanismos modernos y educados, mas allá de la “caridad cristiana”. Escuela Nocturna y Biblioteca Publica, (ambas gratis), estudios vocacionales, y todas las expresiones del saber y las artes, de dentro y de fuera de la Infinita. Por el Lyceum pasaron, entre otros, Federico García Lorca, Gabriela Mistral, Alejandro Casona, León Felipe, Rafael Alberti, Herminio Almendros, Rómulo Gallegos, Ciro Alegría, Juan Chabas, Juan Ramón Jiménez, Pablo Neruda, Maria Zambrano, Alfonso Reyes, David Alfaro Ziqueiros y muchos otros. Desde su fundación hasta marzo de 1968, en que los interventores revolucionarios cierran sus puertas y quitan la placa conmemorativa que había en su puerta, otorgada por los intelectuales cubanos, y a iniciativa de Jorge Manach, catorce años antes. Fuera de la “Revolucion”, NADA.

La Escuela de Servicio Social.

Quizás el aporte medular del Lyceum habanero, fue el nacimiento de la Escuela de Servicio Social, primero adjunta a la Escuela de Educación de la Universidad de La Habana y después a la de Ciencias Sociales. A partir de la Sección de Asistencia Social en los salones del Lyseum, se logro crear una “gran cruzada por elevar la personalidad humana”, en palabras de la propia Elena. De gestiones para procurar mejoras en el Campamento de Indigentes de Tiscornia, en el Asilo Correccional de Guanajay y en la Escuela Reformatoria de Aldecoa; de canastillas entregadas en los hospitales, las ayudas de emergencia en casos de desastres naturales, se pasó al mejoramiento de las condiciones de vida en la Cárcel Nacional de Mujeres de Guanabacoa, incluyendo una maestra para los hijos de las reclusas, entrenamiento en oficios, provisión de medicinas para enfermedades venéreas y otras, etc. La escuela universitaria trajo la modernidad a estas obras filantrópicas y el Trabajo Social se convirtió en disciplina colegiada en la Isla Infinita. Aquí vale la pena una disquisición personal: En mi práctica profesional, he conocido muchos Trabajadores Sociales, (me refiero a los de verdad, con seis o siete años de estudios superiores). En casi todos los casos, los “social workers” han sido personas donde una real preocupación por el mejoramiento humano parece presidir sus actos. Con la revolución que introdujera Carl Rogers a esta disciplina a comienzo de los años 70 en La Joya, California, se encuentran entre ellos los mejores en ese arte de elegidos que es la terapia sicológica. Mis respetos a Elena Mederos, que fundó esta disciplina en los 40’s en Cuba.

Los barbudos llegaron ya, y ahora bailan cha-cha-chá.

En enero de 1959, Elena Mederos cumplía 59 años. Tiempos de mucha turbulencia política habían cambiado el pulso de la nación. Ella había participado en un Diálogo Cívico, encabezado por Cosme de la Torriente, para desde la oposición y a través de la concertación civilista, lograr restituir las libertades democráticas que se destrozaron con el golpe de estado del 10 de Marzo de 1952. Pero Batista se mofó de los que intentaban evitar el derramamiento de sangre. El camino estaba pavimentado para los barbudos. Entonces participó en la lucha clandestina, a la vez que seguía en sus gestiones por los Derechos del Niño, la mujer y los mas débiles de la sociedad, participaba en congresos regionales, enseñaba, etc. Con el triunfo de los barbudos, la nombran ministra de Bienestar Social, ministerio de nueva creación, que duró muy poco dentro de la formulación del Poder. Pocos meses después, este mismo Poder la destituye, (su presencia no resultaba cómoda), pero ya tenia una visión de primera mano, “desde dentro”, de aquella incivilidad del Poder Infinito. Es una de las firmantes de la Ley de Reforma Agraria en La Plata, que sin embargo le parece otra formulación festinada y propia del populismo antidemocrático que amenazaba el futuro. Entonces comienza a conspirar, desde la oposición, hasta que logra salir de Cuba, abruptamente en 1961.

UNICEF

Su primer trabajo para ganarse la vida es la oficina del UNICEF en Bogotá. De ahí pasa a ocupar un alto puesto en las oficinas de esta entidad en New York, encargada de ser el Enlace con todas las ONG, primero en América Latina, y después en el mundo entero, para el desarrollo, la educación y la protección de los mas frágiles de la tierra: los niños. Hasta en los calendarios y postales para recoger fondos del UNICEF, está su mano. Los viajes de trabajo por Africa y América Latina, los Congresos, los trabajos de hormiguita laboriosa, la gestión de vocación entera de quien trabaja por amor. Durante estos años, Cuba era un dolor, oculto en el alma.

Los Presos

En la década del 70, se traslada a Washington, medio retirada de UNICEF, para acompañar a su hija que ahora es una alta funcionaria de estadísticas, con grados académicos de tres o cuatro universidades, (Londres, USA, La Habana). Y aquí comienza la otra parte de esta historia, a la edad en que otros se retiran. Comienza una titánica labor por llevar a la palestra pública el caso de la violación de derechos humanos en Cuba y la suerte de los presos políticos. Comienza la tarea de explicarle al mundo que las dictaduras, sean de derecha o de izquierda, son eso, dictaduras. Hasta su muerte.

La mayor parte de esta nota ha sido tomada de:
Elena Mederos. Una mujer con perfil para la historia,
Maria Luisa Guerrero, segunda edición, Madrid, 2000

sábado, 10 de enero de 2009

La onda verde

Con tan malas noticias sobre el sistema escolar, la escuela verde levanta esperanzas. Abran esto: Escuela de Montano.

sábado, 3 de enero de 2009

R.U.Y., Pablito y 2009


Regreso de la playa y es un año nuevo. Recojo los periódicos, que hace más de un mes no leo, (aún cuando estaba en casa) y abro las blogosfera, mi amiga de amigos. Muchos hablan de este aniversario, el cincuenta, del triunfo del coma andante y de la derrota de todos los demás. Algunos tratan de discutir si el dictador anterior fue mejor o peor que el que tenemos ahora y por el último medio siglo, otros realizan performances como el que se hizo frente a la embajada cubana en México, con clara alusión al nacionalismo fidelista, como todos los nacionalismos, sólo a servicio del Poder. El sabor es amargo. La gerontocracia que no claudica y los mamalones aupando sus babas y favores. Y ahí estamos. Y muchos de ahí nos fuimos. “No se deserta de prisión, ni se traicionan celadores. De las cárceles la gente se escapa”, dice R.U.Y. (con ligera sustitución nominal en negrita). Terminé de leer esta novela de Cesar Reynel Aguilera en el año viejo. Buena literatura. Se trata del hombre nuevo. Si Vanesa Redgrave y Sean Penn pudieran leerla, sobre todo el último, porque hay mucha historia de peleas y cronologías de pugilismo que podrían resultarle interesantes. (Detesto el boxeo). También está esa visión del indiano que mira al norte arrobado, que conoce las marcas comerciales y su historia, las admira, las desea, pero se ha dejado taimar por el Poder que dice despreciarlas. El hombre nuevo sólo las asume. En algún blog había una foto espectacular del baile de fin de año junto al malecón habanero. Celebrando la victoria, la mulata se destornilla con una bandera americana impresa en la camiseta. Al sonido de las doce, seguro gritó “vivafidel” y “abajoelimperialismo”. Al sonido de la rumba. Eso es nuestro país: una rumba. Y la madre del que pare de bailar.

El mar rompía muy hermoso el día primero. El mas joven de mis nietos recogía conchitas. Y las depositaba en la manta que me cubría las piernas. Tesoros, como el libro de tristezas que había cerrado el día antes.

Simple, simple, como todas las verdades: Me cago en Fidel.

¡Feliz Año Nuevo!