martes, 24 de agosto de 2010

Teatro del absurdo en Hamburg

El pie de grabado: "Princesa lesbiana pide libertad de cinco espias homosexuales en USA"

(original en "La loca del blog")

lunes, 2 de agosto de 2010

La vieja dama visita el Artime

La semana pasada tuvimos de visita al Grupo Buendía de Cuba, que dirige Flora Lauten. Nunca había visto a Buendía, pero los comentarios de otros que si lo habían hecho antes, permitían esperar una puesta excepcional. Ya se habían recibido noticias sobre la representación en Chicago. Por lo general, cuando subimos las expectativas tan alto, la realidad suele desmoronar los sueños. Y así fue.
Pudimos disfrutar allí de buenas interpretaciones de canciones populares muy familiares, quizás nostálgicas. Las múltiples alusiones a las necesidades materiales de la infinita, representadas por el pueblo de Gula fueron obvias. Y eso siempre se disfruta por aquí, con cierto morbo, por aquello de comprobar una vez más que no nos hemos equivocado. Me imagino, (quiero imaginar), que con toda intención la puesta reproducía una suerte de cabaret con plumas, lentejuelas, bailes exagerados, mañas de burlesque convencional, poco amañado. El desenfado isleño sobre las tablas, aquello de no tomar en serio ni nuestros peores vicios. El desenfado, tan saludable para bregar con la pena, a veces. El desenfado que nos permite cambiar de palo pa’ rumba y convertir el revés en victoria al ritmo de un son. Imagínenos a Hamlet, que ha colgado la carabela de un grueso cadenón dorado, viste su ropa de negro, holgada, los pantalones dos palmos bajo la cintura y declama su monólogo/raguetón: “Jama o no Jama, this is the question”. Algo así.
Parecería que la fina línea entre drama y comedia que caracteriza la obra de Dürrenmatt se había perdido. La sutileza del suizo, en “esfumato”, como la pintura de Leonardo. Sigo pensando que ese mensaje, (estético o moral) que apenas se adivina es el que llega lejos.