La repeticion, de Anton Arrufat, en estos dias en cartelera

Primera Parte: Teresa Maria Rojas


Cuando uno llega al exilio, empieza a buscar amigos. “Networking” se dice. Dependiendo de la época y la coyuntura, tienes más éxito o no. Y me imagino que todos los exilios se parecen. En el 80 del siglo pasado, (¡Alabao! ¡Como ha pasado el tiempo!), la cosa pintaba difícil. Ese “exilio del Mariel” todavía da para otros diez libros. Pero vuelvo al tema, que tiene que ver con buscar lo que se te parece, lo que te es afín, lo que amas, más allá del mar. Y una de mis pasiones era (es) el teatro. Educada en las ciencias llamadas “exactas”, el teatro era como una pasión oculta, escondida, que no tenía, (ni tiene) que ver con alguien, con alguna pieza, con encontrarse en las tablas, pero a la vez con todo eso. Entonces no tenía dinero para pagar entradas al teatro en ingles, pero empecé a preguntar, y a preguntar… y todos los caminos me llevaban al mismo nombre: Teresa.

Teresa. La maestra de actores. Es la pasión por el teatro en español, y ¿por qué no decir, del teatro cubano? Y es que ni siquiera tiene que ver con el lenguaje, está más allá. Es la pasión por el teatro, que se le mete a la gente debajo de la piel, y no se va, y te mueres así, soñando a cada paso una escena sobre las tablas. Aunque a veces te quieran aplastar como una cucaracha… Teresa se presenta en el programa con tremenda humildad: dice que sus personajes inolvidables son: Luz Marina, Alarica, Blanche, Paquita, Lola, Sabina, Celestina, Palma, Clitemnestra, Esther, Cherie, Eva, Laura, Carina, Mordeen, Ofelia, Antigona y La Vecina… ¡Casi nada! Ella ha sido todos estos... A ver quien puede mas?